La Leyenda de “A Pastoriza”
Subiendo por la avenida de
Finisterre y siguiendo la carretera que pasa por el Ventorrillo, la Moura y San
José, a unos seis kilómetros de A
Coruña, se halla la parroquia de Santa María de Pastoriza, perteneciente al
ayuntamiento de Arteixo, que linda con el de la capital.
La actual iglesia parroquial de Pastoriza es moderna, edificada a
finales del siglo XVII; pero sustituyó a otra anterior que era <<antiquísima>> según se
dice en muchos documentos de aquella época.
Ahora bien, la Virgen de la Pastoriza gozó y goza de gran popularidad no solo
en A Coruña, sino también en las
comarcas de las Mariñas y gran parte de Bergantiños. Y como sucede con
otros santuarios, tiene su leyenda, que fue quizá la que más fama dio a la milagrosa imagen que con tantísimos
devotos cuenta, como demostraban la infinidad de curiosos exvotos que llenaban
hace algunos años las paredes interiores de la iglesia y los techos,. De los
cuales pendían interesantes modelos de embarcaciones de todas clases. Es
lástima que hayan desaparecido aquellas muestras populares de fe y de
testimonios debidos a la sencillez de un arte ingenuo, pero tan interesante
para el estudio de nuestra etnología.
En un interesante libro publicado en el año 1.887 por doña Emilia Pardo Bazán,
que tiene por título “ La Leyenda de la Pastoriza “, relata
la historia de esta y cuenta como el rey suevo de Galicia, llamado Rechiario o Requiario, primer rey cristiano
de España, fundó la iglesia de Pastoriza, en la cual se adoraba una imagen
de la Virgen.
Y dice la tradición que cuando
allá por el año 968 arribaron a Galicia
las naves normandas que invadieron nuestro territorio, o bien a la llegada de Almanzor, el caudillo musulmán que en
su rápido y formidable (aunque
traicionero) ataque causó la
destrucción de Santiago y llegó hasta las cercanías de A Coruña y Betanzos,
lugares que jamás habían hollado las plantas de los guerreros musulmanes hasta
entonces, según los cronistas árabes (
los nuestros lo cuentan un poco diferente), parece ser que el sacerdote, o
algún fiel de la localidad, ocultó entre las peñas del monte la sagrada imagen
de la Virgen para librarla de la profanación de los invasores musulmanes.
La
pequeña y tosca iglesia fue destruida, pero la efigie se libró, permaneciendo
oculta años y años, quizá por haber perecido la única persona que sabía el
lugar donde estaba escondida.
Hasta que, un día, una niña
inocente que andaba con una vaca en la pastoriza
(pastizal) <<de esto le viene el
nombre>> vio una estrella reluciente sobre una aglomeración de
peñascos en la parte alta del monte, aquella visión de la estrella se repitió y
entonces ella contó cómo se le había aparecido varias veces.
Esto dio lugar a que se
escudriñaran todos los huecos y junturas de aquellos peñascos hasta que, al
fin, se descubrió la imagen de la Virgen, oculta en una oquedad bajo una gran
piedra, la cual desde entonces fue llamada “O
Berce de VIrxen”, o sea “La cuna de la Virgen”: por ese hueco bajo la peña
se deslizan muchísimas personas para librarse de pecado o curarse de ciertas
enfermedades.
Hay también otra leyenda que se refiere a
esta imagen.
Cuando el corsario inglés Drake vino a sitiar A Coruña en el año
1.589, unos soldados herejes que se acercaron a Pastoriza sacaron la santa
imagen de la iglesia y la arrojaron allí cerca de la fuente y le cortaron la cabeza de un hachazo,
dividiéndole el cuello; mas luego, milagrosamente, se volvió a colocar y unir
la cabeza al cuerpo como estaba antes.
Añade la leyenda que aquellos
soldados, espantados por tal prodigio, huyeron sin robar ni incendiar ni hacer
daño alguno en la iglesia, como tampoco en las casas de la parroquia de
Pastoriza.
La
primera leyenda me recuerda a la de Campus Stellae (Santiago de Compostela) ,
también se aparecía una estrella en el lugar que estaba enterrado el Apóstol.
Santiago Lorenzo
Sueiro
Presidente de Alianzagalega