domingo, 27 de abril de 2014

Monte PARALAIA ( Piedra de piedra ) A COVA DA MOURA

Monte de PARALAIA ( Piedra de piedra ) es un monte de Moaña repleto de historicas fantasticas leyendas en donde se dice que hay una cueva que se convirtio en un pozo , lleno de tesoros con pasadizos subterraneos  que llegan la playa de Darbo, a la de Meira y a la cova de a Lontra en Tirán. ( Esta ultima es otra leyenda ).
Lo que si hay que decir que la sierra DO MORRAZO es uno de los sitios con las vistas mas bonitas de a nosa Galicia, podemos ver, el mismo Martin Sarmiento, se sorprendió de las vistas y dijo:

Os olhos se fartan ( Los ojos se hartan )
con tanto recreo     ( con tanto recreo )
de terra, de verde ( de tierra, de verde )
de mar e de ceo.     ( de mar y de Cielo .)

La Leyenda :


A Pedra do Mediodí­a, que está hendida, son dos hijas del rey de Provenza. El mozo que les quiso hacer el favor de desencantarlas se asustó cuando se transformaron en dos serpientes enormes, y, al decir:
¡Válgame la virgen del Pilar!, dejó el trabajo a medio hacer.
No se sabe dónde estaba la Cova da Paralaia (cueva de A Paralaia).
Hay testigos que la describen como de amplia entrada, unos dos metros de altura, varios escalones de bajada y amplio recibidor abovedado en el que confluí­an cuatro o cinco galerí­as.

Para hacerse rico, hay que entrar en ella a las doce de la noche de San Juan.
Saldrá entonces una vieja moura con su manto de oro. Diciéndole “Pipar do saco” (“Pimplar del saco”), lo da todo.
Esa misma noche, a la misma hora, se peina a la vista una princesa moura que también puede dar tesoro, como también lo da el mouro encantado que vive allí­ si se hace lo que manda. Hay que ir por la mañana temprano y llevar un saco. Él saldrá en figura de cobra y hay que meterlo en el saco.
También se cuenta que en el año 1895 llegó un mouro a la puerta de la dueña del pazo de O Rosal y pidió prestado un carro con sus bueyes y dos criados, pues tení­a que ir a la cueva de la moura Paralaia.
Solamente entró el mouro en la cueva. Llovió, tronó y a la media hora salió el mouro con una figura de santo al hombro. La pusieron en el carro y la llevaron hasta la playa de A Xunqueira. El mouro se puso encima de la figura del santo y desapareció.
Justo un año después recibió la dueña del pazo un paquete con un pañuelo de seda roja y unas letras, muy agradecidas por todo, invitándola a que pusiera el pañuelo donde más le complaciese.
La dueña del pazo, la señora Mona, lo puso por velo en un nogal,pero al dí­a siguiente el árbol desapareció.
Desde la Cova da Paralaia se puede ir por subterráneo hasta Meira, hasta Darbo o a la Cova de A Lontra en Tirán. Allí­, a los huecos de las peñas, llega el agua del mar cuando sube la marea, lo que aprovecha una princesita moura, muy bonita, de largos cabellos dorados, vestida de blanco con su palangana y su peine de oro para el aseo. Quien le tire una piedra y le haga sangre, tendrá mucho oro.






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