viernes, 4 de marzo de 2016

LA PEÑA DE CONSTANZA
















LA PEÑA DE CONSTANZA

Gómez Pérez das Mariñas fue un caballero de los más acaudalados señores de las Mariñas de La Coruña y de Bergantiños, con pazos y casas fuertes o castillos y muchísimos vasallos.

Este Gómez Pérez tenía una hija, doña Constanza, que casó con López Sánchez de Ulloa y de Moscoso. Pero este, al decir de las crónicas, “non era para têr xerazón ( no era para tener generación), o, como solían comentar las gentes, “no valía para marido”, por lo cual doña Constanza se separó de él, volviendo a casa de sus padres.

Grande fue el disgusto que tuvo por esto el viejo señor Gómez Pérez; pero las razones que le expuso su hija eran bastantes para justificar tal decisión y había que darla por bien hecha.

Un día llegó al castillo de Gómez Pérezel caballero Fernán Pérez Parragués, quien, de jovencito, había sido paje de aquel, siguiendo la costumbre adoptada entre los grandes señores, que solían enviar sus hijos a la morada de alguno de sus compañeros amigos, para que fueran educándose a su lado y aprendiendo cuanto convenía a su condición, apartados de la casa paterna, empezaban como pajes para ser luego escuderos hasta que, más tarde, pudieran, con algún hecho notable, obtener el título de caballeros.

Gómez Pérez das Mariñas dispensó a su antiguo paje o doncel un afectuoso acogimiento. Fernán Pérez Parcagués había quedado viudo por fallecimiento de su esposa, que era hija de Fernán Díez de Ribadeneira;  quizá su visita no tenía solamente el deseo de saludar a su antiguo señor; posiblemente, en el recuerdo de su primera estancia en el castillo de Gómez Pérez tenía una gran importancia una joven rubia que actualmente era una hermosa mujer.

Lo cierto es que poco después de esta visita, doña Constanza y Fernán Pérez Parragués se casaban; pero se casaban en secreto, sin que lo supiera el padre de aquella.

Algunas veces, doña Constanza se trasladaba a la Coruña para ver a su esposo; otros días era don Fernán el que iba a Bergantiños cuando tenía saudades de su mujer.

Se dice que estos viajes casi siempre se hacían por mar y que embarcaban o tomaban tierra en las playas de Balcoba o de Barrañán.

Un día, doña Constanza esperando la llegada de su marido; impaciente por verle, se acercó a la playa y, fuese por parecerle que podía ver más pronto la barca en que habría de venir su esposo, o porque acostumbraban a emplearlo para mejor balar de la lancha a tierra, se sentó en un gran peñasco que hay en el arenal.

Con la impaciencia, fijos los ojos en la lejanía del mar, no se apercibió doña Constanza de que subía la marea y la peña iba quedando entre las olas sin posible comunicación con tierra firme.

Empezaron las salpicaduras del oleaje a rociar sus vestidos; la humedad se dejó sentir con el frío del agua y la brisa del atardecer, y fue entonces cuando doña Constanza, despavorida, vio el peligro en que se encontraba.

Nadie se veía en aquellas soledades. ¿Cómo huir de allí?. La muerte la aguardaba en aquel peñasco para ella tan querido. Gritó pidiendo socorro; pero fue en balde...

Echó una última mirada a lo lejos en la desesperación de su impotencia. ¡Ah! Una barca navegaba a toda vela, rompiendo las olas que despedían espumas fosforescentes; en ella venía otro corazón ansioso.

Sí, era don Fernán, que se acercaba.

Ya las aguas del mar mojaban los pies de doña Constanza y la noche empezaba a extender su capa de oscuridad sobre el mar y la tierra cuando la lancha atracó junto al peñasco. Un dulce y alegre abrazo de hombre y mujer, vuelta a embarcar juntos y a trasladarse en seguida a la playa. Luego, caminar a toda prisa hacia el pazo...

Parecía que ninguna otra consecuencia pudiera tener este acontecimiento, y sin embargo, la tuvo.

Al enterarse el señor Gómez Pérez de que su hija se había casado en secreto con Fernán Pérez Parragués, se consideró humillado y ultrajado y desde entonces cubrió su cabeza con una capuza negra, que no se quitó jamás hasta su muerte.

Desde entonces aquel peñasco de la playa fue llamado <<La peña de Constanza>>.

Santiago Lorenzo Sueiro
Presidente de Alianzagalega

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