viernes, 27 de marzo de 2015

Camariñas y la leyenda EL ALMA EN PENA


















Camariñas y la leyenda EL ALMA EN PENA

Aunque es Semana Santa y esta coincide con la XXV Mostra do Encaixe de Camariñas. La leyenda es de Semana Santa y la descripción  de Camariñas.
( Otra semana escribiré la leyenda de la Pirateria de Tierra en A Costa da Morte ).

Camariñas:  es un municipio español perteneciente a la provincia de La Coruña y la comarca de Tierra de Soneira de la Costa de la Muerte.
Además de la propia Camariñas, el municipio posee otros núcleos de población importantes, Camelle y Ponte do Porto, siendo el primero un puerto pesquero y el segundo un pueblo comercial. Camelle y Arou fueron emplazamientos vikingos durante la Edad Media.
En la actualidad el encaje de bolillos, la pesca, el marisqueo y el turismo son su principal fuente de riqueza.
También en la acuicultura  Camariñas es un referente mundial ya que una de las piscifactorias de pez plano más grande del mundo se encuentra en la zona entre Cabo Vilán y la Virxe do Monte.
Camelle y Arou, posibles emplazamientos vikingos en la Edad Media, son los pueblos de la Costa da Morte que más naufragios han contemplado.
Se ha relacionado, poco rigurosamente y con muchas dudas al respecto, el elevado número de naufragios en la Costa da Morte a una práctica históricamente documentada : la piratería de tierra ( Leyenda para otra semana). Los piratas de tierra, menos conocidos y populares que los de mar, actuaban principalmente en los finisterres celtas de Bretaña, Cornualles, Gales, Galicia e Irlanda. Mediante la colocación de antorchas en los cuernos de las vacas, se desorientaba a los barcos, algunos de los cuales naufragaban y esparcían por toda la costa su apreciada carga.
En la iglesia del Espírito Santo de Camelle, se conserva la campana del buque inglés City of Agra, naufragado el 3 febrero 1897 en frente de Arou. De los 61 tripulantes, las valerosas gentes pudieron salvar a 32 marineros, arriesgando sus propias vidas como en tantas catástrofes marítimas ocurridas en estos lares.

Leyenda :

EL ALMA EN PENA

Pues,señor – dijo la anciana que me refirió este caso- , era una noche fría y oscura. El señor Pedro Fonte Xuxente ( hombre de casa grande ) estaba muy tranquilo en su casa y se disponía a cenar con su mujer y los hijos para luego ir a a costarse y dormir. De pronto se oyó la voz de Tomás, el criado del señor cura, que desde el corral decía:
Señor Pedro, señor Pedro; el señor cura me mandó a decirle que vaya ahora mismo a la rectoral, donde le aguarda para un asunto de mucha importancia.
El señor Pedro, que era un buen cristiano y miraba al señor cura como si fuese un santo, cogió su sombrero, se echó al hombro el gadaño ( Guadaña, herramienta para segar ) y salió de casa contando en volver muy pronto.
Pero, para ir a la rectoral, tenía que pasar por el atrio de la iglesia, que es donde en los pueblos se entierran a los muertos.
El señor Pedro era religioso y valiente y muchas veces había andado aquel camino sin que le hubiese acontecido cosa mala ninguna; así es que no tomaba precaución de ninguna especie ni se dejaba dominar por los dichos ni los miedos de las gentes de la aldea para pasar de noche por este lugar. Esta noche hizo lo mismo; salió contento de poder servir al señor cura y se fue sin preocuparse de lo que pudiese suceder.
Mas, al poner el pie en el primer peldaño de la escalera junto al crucero, se quedó repentinamente como clavado en el suelo; al final de la escalera estaba Don José Maneda, el usurero, envuelto en el blanco hábito del Carmen con el que lo habían enterrado, hacía tres meses y por su boca le salían vaharadas de fuego.
¡Jesús,Avemaria Purísima! Exclamó -: Si eres alma del otro mundo, te conjuro en nombre de Dios y de su único Hijo para que te vuelvas a tu sepultura y me dejes el paso libre; y si eres espíritu rebelde, que te vayas a sufrir tu merecido castigo.
E hizo con el gadaño (guadaña) un círculo en torno de sí y lo agitó en el aire para que el fantasma no pudiera acercarse. El alma del señor José no se movió, pero habló, o por lo menos, el señor Pedro percibió estas palabras:
No tengas miedo, Pedro, nada te ha de pasar; yo soy Jose Maneda, sí, ya sé que me conoces; y te pido perdón por el mal que te he hecho a ti y a otros vecinos. Mi ambición y codicia de ganar mucho dinero, de reunir riquezas, fuese como fuese, hicieron que se perdiera mi alma y fui condenado. Pero con este hábito sagrado que llevo puesto no puedo entrar en el infierno y tengo que andar penando por el mundo para que alguien pueda contarlo y quitármelo de encima y así poder cumplir el castigo y pagar mi pecado.
Y después de decir esto, el fantasma, que ya había bajado las escaleras, se acercó al círculo en cuyo centro estaba Pedro y empezó a dar vueltas alrededor, pidiéndole que le cortara el hábito para librarle de penar por el mundo.
Dispuesto Pedro a cumplir el mandato divino, levantó el gadaño (guadaña) y, aprovechando una de las vueltas del usurero, le rasgó el hábito de arriba abajo. Oyó entonces un terrible juramento, se abrió el suelo con un trueno estremecedor y entre una llamarada horrible desapareció por aquel agujero el fantasma del señor José, volviendo a cerrarse la cueva, que quedó como sellada por un pequeño barrizal de agua negra y maloliente, sin dejar rastro.
Casi arrastrándose, temblando, agobiado por el miedo y el frio, olvidándose del recado del señor cura y medio muerto por la impresión, pudo Pedro volver a casa.
Pero, cuando su mujer y los hijos le vieron, admiráronse al observar que la cabeza de su padre se había cubierto de nevadas canas, surcando sus mejillas profundas arrugas que destacaban en su pálida faz, descolorida como si estuviera muerto; y más, cuando con voz desvanecida, apenas perceptible, pedía confesarse por creer que había llegado su última hora.
Y en efecto, al día siguiente, después de confesarse y contar lo que había sucedido, siendo las doce de la mañana, dejaba esta vida el señor Pedro Fonte Xuxente.

Así me lo contó la anciana y  así lo cuento. ( Feliz Semana Santa a todos).

Santiago Lorenzo Sueiro
Presidente de Alianzagalega

sábado, 21 de marzo de 2015

V I G O - Casco antiguo ( Fiesta de la reconquista ) Leyenda : El sepulcro de Cachamuiña ( Bernardo Gonzalez del Valle)
















V I G O  -  Casco antiguo ( Fiesta de la reconquista )

Leyenda : El sepulcro de Cachamuiña ( Bernardo Gonzalez del Valle)


Vigo: Del latín VICVS, aldea (romana), en contraposición al castrum prerromano indígena sobre el vicus.
En el reinado de Felipe IV, en 1656, se construyen las murallas de Vigo para proteger la ciudad de los saqueos.
La muralla carecía de foso, llegaba hasta el Castillo de San Sebastián y pasaba por la puerta del Sol (hoy en día), donde se encontraba la fuente de Neptuno (hoy en los jardines de Quiñones de León). La muralla bajaba por la calle Carral hasta A Laxe, donde bordeaba el mar hasta O Berbés hasta el arranque de la calle Real. Desde ahí ascendía hasta el Castillo de San Sebastián.
El mar llegaba, formando una playa, hasta los soportales del Berbés, donde los pescadores guardaban y reparaban sus barcas.
La calle Canovas del Castillo estaba bajo el mar que rompía contra las rocas de A Pedra. La Alameda no existía, sino que era una gran playa.
Lo que hoy llamamos Casco Viejo de la ciudad es toda la zona que estaba dentro y en el entorno próximo a la muralla.
En 1809, como sucedió con el resto del territorio de la península, Vigo fue ocupado por el ejército francés. La resistencia popular protagonizada entre otros por Pablo Morillo, el teniente Almeida y Bernardo González del Valle, apodado Cachamuiña, provoca un levantamiento que termina con la expulsión de los militares galos. Este episodio motivó la concesión a la, hasta entonces, villa de Vigo del título de "Leal y Valerosa", honor concedido por Fernando VII. En 1833 se acondiciona el camino real que lleva a Madrid, conocido como carretera de Castilla o de Villacastín. Un año después, en 1834, se terminan las obras de reconstrucción de la Colegiata, obra de Melchor de Prado, las cuales fueron debidas a que el antiguo templo había sido destruido en uno de los numerosos saqueos piratas sufridos por la villa.


Leyenda :

El sepulcro de Cachamuiña ( Bernardo Gonzalez del Valle)

Prologo:
Cachamuiña (El héroe de la Gamboa) : Bernardo González del Valle pasará a la historia por su sobrenombre, que corresponde al de la aldea orensana donde nació ( Cachamuiña) , el 23 de marzo de 1771.
En la batalla de la noche del 27 del marzo. Un marinero llamado Carolo para dar paso a los soldados que luchaban contra los franceses, con un hacha intenta derribar la puerta de Gamboa y es muerto de varios disparos. Es Cachamuíña quien, tras la muerte de Carolo, toma su hacha y derriba la puerta de Gamboa, pese a recibir cuatro balazos del enemigo.

La leyenda :

La mañana del 27 de marzo apareció el cementerio de Pereiró ( Vigo ) rodeado de una espesa bruma, que no se percibían los objetos más cercanos.
El aire crudo y frío del inicio de la primavera pasaba en ráfagas por las calles de la ciudad y la llovizna mojaba las ropas de los escasos transeúntes, pues aún era muy temprano.
En aquella hora, cuando se abrieron las puertas del cementerio, una señora como de cincuenta años de edad, alta, esbelta, con rostro de un color blancuzco mate, cuyos ojos azules y rubios, así como los cabellos crespos que acariciaban su frente, acusaban su estirpe celta, atravesó sola y silenciosamente las carreras ( caminos) entre panteones y tumbas.
A la débil claridad del día, los árboles desnudos de follaje y la mayoría de las plantas marchitas e inclinadas sobre los tallos cubiertos de humedad, con el viento frío que azotaba aquellas ramas secas, daban al paisaje una tristeza imposible de describir.
Al poner el pie en el parterre, aquella mujer alzó el velo que cubría su sombrero, mostrando el rostro al que la melancolía y la nostalgia prestaban el más dulce de los encantos.
En el cementerio no había ni una sola persona; el mar bramaba a los pies de aquellos muros y unido al viento que silbaba entre los árboles, llenaban el recinto de tristeza.
Los árboles inclinaban sobre la tumba de un militar sus ramas deshojadas y frías como las cenizas sobre las cuales parecían llorar.
La dama enlutada, blanca y rubia, se arrodilló al pie de la tumba y besó la tierra húmeda y fría.
Mucho debió de quererle; porque en sus sollozos y sus palabras había amor, algo, en fin, eso que arrastra a la mujer hacia el hombre para cometer todas las locuras. Aquella mirada sobre la helada cantería parecía acariciar a la sombra que llamaban sus labios, labios que murmuraban a cada momento, con acento de amorosa confianza:
¡Cachamuiña! ¡Cachamuiña!
Después de arrojar una última mirada al sepulcro, aquella mujer echó el velo sobre su rostro y abandonó el recinto.
Durante algunos años, cada 27 de marzo llegaba a la misma hora; permanecía algún tiempo al pie del sepulcro y después alejábase sola, triste, como un alma melancólica.
Un año aconteció que la desconocida no vino a la misma hora, un año en que el 27 de marzo vio un cielo resplandeciente por un hermoso sol. Pero cuando el astro del día se ocultaba tras las ondas del mar, entró la dama apoyada del brazo de una doncella.
Se acercó poco a poco al sepulcro, se arrodilló como acostumbraba y besó la tierra; luego se levantó y fue a apoyarse al árbol que había pegado al sepulcro..
Allí, dejó vagar su mirada a lo largo y ancho del cementerio.
El frio de la tarde se dejaba sentir con mayor intensidad.
¡Señora! Dijo su acompañante. Es muy tarde….Este frío puede hacerle daño.
Déjame, hija mía. ¿Qué importa un día u otro?
Momentos después, se alejaba de aquellos lugares.
¡Adiós, por última vez! Exclamó al pasar ante el sepulcro.
El guardián del cementerio cerró la puerta de la entrada cuando ella salió.
¿ Quien sería aquella señora?.
Sin duda una enamorada de Cachamuiña, su esposa Doña Josefina Ballesteros Carasa , quien ?????????.




Santiago Lorenzo Sueiro
Presidente de Alianzagalega


sábado, 14 de marzo de 2015

XV CERTAMEN DE LA CAMELIA – CASTILLO DE SOUTOMAIOR Pedro Madruga, Señor de Sotomayor y Fornelos - Conde de Camiña o Cristobal Colon














XV CERTAMEN DE LA CAMELIA – CASTILLO DE SOUTOMAIOR

Pedro Madruga, Señor de Sotomayor y Fornelos - Conde de Camiña
o
Cristobal Colon



Soutomaior (oficialmente, en castellano desde 1985, Sotomayor) es un municipio de la provincia de Pontevedra ( Galicia, España ) y una parroquia de dicho municipio.
El término municipal está situado en el fondo de la ria de Vigo, mayoritariamente al sur del curso del rio Verdugo. Su extensión es de unos 24,99 km², en los que se asienta una población de unos 7.144 habitantes distribuidos en dos parroquias, la de Arcade y la de Sotomayor. Sus productos gastronómicos más importantes son el vino albariño y las ostras ( Las de Arcade están consideradas entre las mejores del mundo ) se venden en las calles de la zona llamada La Piedra, en el puerto de Vigo.
Pero su historia gira en torno al castillo de Sotomayor.
El término municipal linda al noroeste con Pontevedra (parroquia de Puente Sampayo ); al noreste con Puente Candelas; al este con Fornelos de Montes ; al sureste con Pazos de Borbén y al suroeste con Redondela. Al oeste se encuentra la parroquia de Arcade, el punto de desembocadura del río Verdugo a la ria de Vigo.
El límite al norte lo forman, en su mayor parte, los ríos Verdugo y Oitavén, aunque una pequeña parte del municipio se encuentra al norte de estos ríos. Esta zona al norte del Verdugo es montañosa, componiendo el extremo sur de la sierra de la Fracha. El único núcleo de población destacable al norte del Verdugo es la aldea de Comboa.
El término municipal forma parte de la denominación de origen Rías Baixas desde octubre de 1996, como la subzona más pequeña de dicha denominación
Dentro del término municipal, existe dos bienes de interés cultural, bajo la figura de monumentos: el castillo de Sotomayor y los grabados rupestres de Pedra dos riscos, ambos en la parroquia de San Salvador.
En Arcade se encuentra el archipiélago de San Simón, formado por dos islas las cuales estuvieron  ocupadas por los templarios en los siglos XII y XIII.
Por lo que se dice, que es de donde partían  sus naves hacia el Oeste del Atlantico.
Los grabados rupestres fueron declarados monumento histórico-artísitico, de carácter nacional, por el decreto 3741/1974, de 20 de diciembre, junto con otros 194, todos ellos en la provincia de Pontevedra.

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Leyenda:  PEDRO MADRUGA


Señor de Sotomayor  y  Fornelos  -  Conde de Camiña
   Cristobal Colon



El historiador Celso García de la Riega afirmó que:  Pedro Álvarez de Sotomayor había sido un noble medieval pontevedrés, fallecido en Alba de Tormes bajo extrañas circunstancias... ¡y que “regresó a la vida” con el nombre de Cristóbal Colón! .La historia es fascinante, ya veréis...

Cuentan que le apodaban Pedro Madruga tras discrepar con otro noble (familia de los Sarmientos de Rivadavia) sobre límites de tierras. Ambos señores feudales convinieron resolver el problema y se dieron cita para ello. Cuando el de Sarmientos se dispuso a salir de su castillo al alba, se encontró al pie de la muralla a Pedro Álvarez de Sotomayor, a quien saludo de esta manera: “Madruga, Pedro, madruga”.

Pedro Madruga nació alrededor de 1420 fruto de los amores entre el noble Fernán Yáñez de Sotomayor (señor de Sotomayor y Fornelos) y Constanza de Zúñiga, (sobrina de la condesa de Santa Marta en Rivadavia). Como era hijo ilegítimo, al joven Pedro le procuraron estudios eclesiásticos con los que pudiera labrarse un futuro.
En Galicia se libraba entonces la llamada Guerra Irmandiña, una revuelta social que surgió debido al hambre de los campesinos, las epidemias y los abusos de poder por parte de la nobleza.

En la Guerra Irmandiña encontró la muerte el noble Álvaro Páez de Sotomayor, quien antes de entregar la ciudad a la Hermandad dejó como heredero de la casa Sotomayor a su hermanastro Pedro, quien abandonó sus estudios de clérigo para hacerse cargo de la herencia familiar.
En Portugal se ganó la protección del rey y contrajo matrimonio ventajoso con doña Teresa de Távora (hija del hidalgo portugués Álvaro Pérez de Távora) con la que tuvo siete hijos: Álvaro, Fernando, Cristóbal, Diego, Alfonso, Mayor y Constanza.
Pedro Madruga obtuvo del rey portugués Alfonso V el título y los derechos de conde de Camiña, por lo que ejerció el dominio casi exclusivo del suroeste de Galicia, donde el pueblo lo consideraba como a un rey debido a sus pretensiones hegemónicas, las cuales manifestó mediante las palabras “en Galicia basta mi casa”.
Cuando muere Enrique IV comienza en Castilla el conflicto sucesorio entre su hermana Isabel y su hija Juana. Pedro Madruga apoyó a Juana (que estaba casada con Alfonso V).
Su mayor enemigo (el arzobispo de Santiago) se mantuvo al lado de Isabel y más adelante de los Reyes Católicos, buscando restablecerse de sus pérdidas  y conseguir un ascenso político.
La intervención de don Pedro abre un frente gallego donde proclama a Alfonso y a Juana reyes de Portugal, Castilla León y Galicia.
El obispo de Tui (Diego de Muros) se opuso a la presencia portuguesa. Necesitando subsidios, don Pedro resolvió apoderarse de la ciudad de Tuy y capturó a su obispo.
El arzobispo Fonseca, el conde de Monterrey y otros nobles gallegos acabaron incorporándose al bando isabelino. Comandados por Fray Arias del Río (corregidor mayor de Galicia) se dirigieron a Pontevedra dispuestos a reducir a don Pedro, y secundados marítimamente por una escuadra capitaneada por Ladrón de Guevara.
Madruga resiste dos prolongados cercos a la ciudad y acaba decidiéndose una tregua en la guerra.
Yendo a visitar a Lope Sánchez de Moscoso, es hecho prisionero por Rodrigo Alonso de Pimentel. Pimentel lo encerró en Orense. El arzobispo compostelano y los demás enemigos de Madruga, se dirigieron entonces a Pontevedra para rendirla. Como los nobles no hicieron nada por ayudarle, fue el rey de Portugal quien ofreció la libertad de dos caballeros principales de Castilla a cambio de su protegido.
Tras ser liberado, Madruga regresa a Galicia, y en menos de un año consigue recuperar los dominios perdidos, se apodera de García Sarmiento (señor de Sobroso) y de su tío Fernández Camba, dando muerte a Gregorio de Valladares y a Tristán de Montenegro. El bando de Fonseca solo consigue mantenerse en Pontevedra y Bajona.

Madruga era inteligente y no tenía escrúpulos para conseguir lo que quería. Prueba de ello la encontramos el siguiente episodio, donde Pedro Madruga se hace con unas armas: “La causa por donde se levantó fue que ha venido a atracar a la ría de Vigo, cerca de (Casa de Don Pero), una nave de unos germanos que traían 180 mosquetes o arcabuces, y él pidió se los vendiesen y ellos no quisieron, y usó de un disfraz para hurtárselos, que es le siguiente. Mandó en la playa de Vigo hacer unas fiestas en que con danzas de espadas desnudas y corriendo patos, salieron los germanos a ver la dicha fiesta, y después que fueron en tierra todos con barcos que tenía, mandó disimuladamente a un capitán suyo, llamado Pedro Veloso, natural de Bayona, y cogió las dichas armas, y con ellas hizo grandes locuras”.
Cuando se firma la paz entre Castilla y Portugal, los monarcas soportaban una delicada situación en Galicia gracias al esfuerzo de don Pedro.
Al ver el giro que tomaban los acontecimientos Madruga envió a su esposa para suavizar las cosas con la realeza, ya que había muerto su aliado el conde de Lemos, sus enemigos habían crecido en posesiones y el mariscal Pedro Pardo de Cela había sido ajusticiado en Burgos.
Doña Teresa solicitó a los reyes que dejasen disfrutar de los bienes de la casa a su hijo Álvaro; ya que el joven no había tomado parte en las conspiraciones de la nobleza gallega por ser demasiado joven. Los reyes aceptaron, protegieron en la Corte a Álvaro de Sotomayor y le exigieron que se haga cargo del señorío.
Pero al requerir Álvaro a su padre las fortalezas, este le amenazó con romperles un palo en la cabeza a él y a su curia. Doña Teresa aconsejó a su hijo que entrara en la fortaleza de Sotomayor disfrazado, y que una vez dentro se diera a conocer a sus criados, descubriéndoles a estos el favor recibido de los reyes. Así lo hizo el joven. Su padre se enfadó tanto que fue en busca del conde de Altamira, prometiéndole a este todo lo que quiso a cambio de su ayuda.
Pero la Corte le envió orden de estarse quedo y de dejar que los acontecimientos siguieran su curso. Álvaro de Sotomayor heredó así el señorío con el apoyo de la Corona y se convirtió en un noble sumiso al deseo de los monarcas.
Madruga redactó un nuevo testamento donde desheredó a su hijo Álvaro, y donde le dice que se contente con cinco reales por haber sido desobediente.
En 1486 don Pedro viajó a Castilla para solicitar el perdón de los reyes. Paró en el monasterio de Alba de Tormes con el propósito de descansar y entrevistarse con su amigo el duque de Alba. Los parientes de Madruga que vivían en la Corte veían mal remedio para estos sucesos, y aunque el duque de Alba habló en su favor a los reyes, no consiguió el perdón. Entonces Pedro Álvarez de Sotomayor, conde de Camiña, falleció de repente y de forma sospechosa.
El historiador Vasco da Ponte nos narra lo siguiente: “... unos dixeron que el conde muriera allí de dos carbúnculos, otros dixeron que el alcalde de Proiaño entrara en el monasterio con sus porquerones y que le hechara un garrote en el pescuezo; unos dicen que fue de una manera y otros dicen que fue de otra, quizá fue e entrambas maneras”.
Y así termina la historia de la supuesta “primera vida” de Cristóbal Colón.
 Desmigar el paso del tiempo y sus acontecimientos suele ser complicado, pero disponemos de abundantes documentos e imaginación para ello. ¿Pero cómo acabaría Madruga al otro lado del mundo? Quien lo sepa, que lo cuente... o que haga una película, que también nos vale.


Santiago Lorenzo Sueiro
Presidente de Alianzagalega