sábado, 6 de diciembre de 2014

RIANXO - LA LEYENDA “ O CASTELO DA LÚA “















RIANXO - LA LEYENDA “ O CASTELO DA LÚA “

Rianjo (Rianxo en gallego y oficialmente) es un municipio español, situado al sur de la provincia de La Coruña, en la Comunidad Autónoma de Galicia.
Limita al norte con los municipios de Lousame y Rois al oeste con Boiro, al este con Dodro y Catoira a través del puente sobre el rio Ulla , y al sur con la ria de Arousa. Se sitúa a menos de 50 km de Santiago de Compostela.
Rianjo proviene seguramente del latín rivus angulus, «la curvatura del río» (Rivu(m) Ángulu(m) > Riv'ang'lo > Rianjo) dada la forma que describe la ría a su paso por la localidad. Sin embargo, también se postula que proceda de rivis amplus, «río ancho».
Existen pruebas que demuestran que ya estaba poblado en el Neolítico, 4000 años a. C. En las laderas del monte Lioira, entre las parroquias de Leiro y Asados, se encuentra una Necrópolis megalítica con más de 20 túmulos. En la localidad de alto de Burés han aparecido 8 mámoas y en O Campiño 6 mámoas.
La conquista romana de Galicia fue más prolongada que en resto de la península debido a su situación geográfica y a su accidentada geografía. La presencia de los romanos en Rianxo queda demostrada por la Via per Loca Maritima de Caldas de Betanzos cuyo recorrido discurre por Rianxo, bordeando la orilla derecha del Ulla.
En el año 934, la villa de Rianxo y todas sus posesiones son transferidas a Santiago como privilegio otorgado por el rey Ramiro II. Un siglo más tarde, en 1057, Alonso V y el obispo Hermenegildo lo confirmaban. En el siglo XI, fecha en que comienza el feudalismo en Galicia, se convierte en la cabeza de la jurisdicción eclesiástica ejercida por la Mitra Compostelana que cobraba diezmos de mar y otras rentas a los rianxeiros.
El primer señor fue el almirante Paio Gómez de Soutomaior, conocido como Paio Gómez Chariño. Era además un reconocido poeta y trobador. Fue asesinado en 1295.
El señorío estará en Manos de los Chariño hasta después de las Revueltas Irmandiñas delsiglo XV. Tras largos pleitos, se otorgará de nuevo el señorío a la Mitra Compostelana en 1532.
Rianjo es tierra natal de grandes escritores como Castelao, Diestre, Manuel Antonio, Brea Segade.
Los referentes populares más universales de Rianjo son la popular canción de la Rianxeira, considerada como el himno gallego de la diáspora, y las Fiestas de la virgen de la Guadalupe:

Ondiñas veñen, ondiñas veñen
ondiñas veñen e van
non te vaias, Rianxeira
que te vas a marear...


LA LEYENDA :
EL CASTILLO DE LA LUNA – “ O CASTELO DA LÚA “
Así contaba esta leyenda Cándido Alfonso González en Argentina por los años 1.958-1.960, a todo el que quería oírla.
Quien investigue el pasado de la villa de Rianxo, puede reconstruir en su imaginación los arcos, torres, rastrillos y secretos pasadizos de un castillo, cuyas ruinas van perdiendo su arrogancia en una de las colinas próximas a la playa.
Algunos romances que se van cantando en torno al fuego del hogar “a lareira”, hablan de esta leyenda que dio nombre a este castillo.
Eran sus dueños, los caballeros de la Orden del Temple, que lo habían edificado.
En una de esas luchas que solían originar entre los vecinos de feudo, fue hecha cautiva una joven doncella, de más brillante sonrisa que el resplandor de los luceros y con mas hechizos que las sirenas del mar que rizan con suspiros de amor las aguas ribereñas, quienes responden, a su vez, con murmullos que se desmayan en la playa.
La hermosa doncella era hija del señor feudal humillado en la derrota; en muy ventajosa situación, el templario esperaba, mayor provecho para sus dominios.
En la misma sección del castillo iba mejorando de graves heridas un apuesto caballero que, en la rota “ batida “ , había puesto con mucho valor su pecho, primero en defender el honor de su señor vencido, y luego, con desesperación de enamorado de la doncella.
Correspondía esta en la prisión velando sus abatimientos y delirios, cuidando con desvelo sus heridas.
La resistencia y fortaleza del mancebo, junto con los mil cuidados de la doncella, le devolvieron el color de la vida y la esperanza de libertad.
La condición de los prisioneros había conquistado la voluntad de uno de los templarios. En una de esas noches en que la luna y las nubes parecían asociarse con empeño de trazar contraste de luz y sombras y sembrar caprichosos matices y reflejos en la ría rianxeira, guiados por el templario cómplice, salieron por uno de los pasadizos a la playa y tomando un pequeño bote que los esperaba, tomaron rumbo hacia la libertad.
Pero, en un instante esfumáronse las sombras y la luna recortó,la oscura silueta del bote que se alejaba de la playa.
El centinela que los ve, alerta con gritos a los defensores del castillo.
Seguidamente, desborde de guerreros por la playa y arcos que una y otra vez tensan sus nervios para lanzar su augurio de muerte a los fugitivos.
Presiente el peligro el joven caballero y procura amparar con su cuerpo a la doncella. Pero también el jefe templario, que ve burlado su orgullo, dispone y ordena fiereza a sus ballesteros.
Y la fortuna, tan insensible y traidora como las pasiones, guió tres dardos mortales al pecho del valiente doncel. Fuese arqueando lentamente su cuerpo herido, y al tiempo que una ola mecía suavemente la embarcación, un crespón de sombra veló la luna. Simultáneamente un grito desgarrador, que la noche prolongaba, grito de enamorado dolor y de maldición a la vez, y la doncella se lanzó al mar en desesperado intento.
Al día siguiente posaron las ondas a orillas de la playa los cuerpos de los enamorados, abrazados, quizá con ese primer abrazo en el que los enamorados silencian sus palabras para que hablen y mejor comprendan los corazones.
Dioles sepultura el jefe templario al pie de una de las torres interiores del castillo.
Y dice la leyenda que , desde entonces, todas las noches de luna, un haz de sus rayos se posaba y velaba con su luz la sepultura de los enamorados y que, al anunciarse el alba, enrojecía con siniestro fulgor los blasones que adornaban aquel castillo de Temple.

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