Las conchas de
Santiago y el pueblo de Bouzas
Bouzas
La villa marinera de
Vigo
Bouzas es la esencia del Vigo marinero. Fue independiente hasta 1904, y lo notarás: sus habitantes
siguen diciendo “vamos a Vigo”, algo
que hacen lo menos posible, ya que en Bouzas tienen todo a su alcance. Destaca su comercio
tradicional, su bullicioso mercado de abastos y
un mercadillo semanal que se instala en la Alameda todos los
domingos por la mañana. Además de playa urbana, tiene un hermoso paseo
marítimo de casi 3 km ida y vuelta.
Bouzas presume de su iglesia parroquial, que se hizo
sobre una roca en el siglo XVI, aunque fue
reedificada cien años después. Tambien hay un bello cruceiro, probablemente
marcando el lugar donde nació la villa.
No te
pierdas la Fiesta de la Cocina Marinera,
en el mes de Julio.
LEYENDA :
LAS CONCHAS DE
SANTIAGO
Sucedió que, cuando fue
degollado Sant Yago, algunos de sus
discípulos que, después de sus andanzas
por Galicia predicando los
Evangelios, le habían acompañado a Jerusalén, recogieron el cuerpo del Apóstol, lo metieron en una barca y se
hicieron mar afuera.
Y luego les sopló un
suave viento de popa que los hizo correr por la alta mar en paz.
Cuando llegaban
derechos de Portugal, ya por la costa de
Galicia, a un lugar llamado Bouzas,
había allí una gran fiesta. Y la fiesta era por el casamiento del hijo de un
rico hombre de tierras de Gaia, en la
ribera del Duero, con la hija de otro rico hombre señor de la Maia, que también tenía vasallos y tierras en Bouzas, de donde procedía y allí
hacíase la fiesta.
Algunos señores a
caballo jugaban lanzas y muchos <<
bafordaban>>, que es un juego consistente en arrojar la lanza al aire
y galopar para recogerla al caer sin que
toque el suelo.
Entre estos que bafordaban, estaba el novio; y
aconteció que, cuando el novio y su corcel iba bafordando, el caballo en su
rápido salto se metió en el mar y se
sumergió. Y todos vieron con espanto cómo hombre y caballo desaparecían
bajo las aguas. Y sólo se veía como una
estela de espumas que flotaba sobre las ondas del mar e iba hacia una nave que
se veía algo distante y que era aquella donde venía el cuerpo del apóstol Sant
Yago. Al fin salió el caballo con su
caballero a la superficie del mar, allí mismo al lado de la nave. Y todos
desde tierra pudieron ver aquel milagro..
Y el caballero se miró
y vio el caballo, la silla, el pectoral,
los estribos y los paños todos cubiertos de vieiras y, para cerciorarse más de
aquello, se quitó el sombrero y vio en él otro tanto; y quedó espantado
cuando él mismo se encontró cubierto de vieiras y que había ido bajo las aguas
sin daño alguno. Hallándose ahora sobre el mar igual que si en tierra
estuviese.
Tan grande maravilla le
admiró, y estando así sin saber que cosa era aquella y por qué le acontecía a
él, vio a su lado la barca, y cuando miró hacia los hombres que en ella iban,
sintió gran placer y confortación.
El
caballero dijo a los navegantes todas las cosas tal cual le habían sucedido y,
mostrándoles las vieiras de que iba cubierto, les preguntó qué les parecía todo
aquello.
Ellos respondiéronle:
Verdaderamente Dios quiere elevarte y Jesucristo, por este su vasallo
que aquí traemos nosotros en esta barca, ha querido mostrar por él su poder a
ti y a todos los que ahora son vivos y a los que después habrán de venir.
Después soplo el viento
en las velas y partió la nave.
El caballero fue así
sobre el mar hacia la ribera, donde una enorme cantidad de gente se había
reunido para aguardarlo y recibirlo con gran contento.
Y desde entonces, todo peregrino que habría de ir en lo sucesivo
a Compostela en procura de Sant Yago llevaba por señal las conchas de vieira en
el sombrero y en la esclavina del sayal.
Fotografías en :
http://alianzagalega.blogspot.com.es/
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